La Academia Dominicana de Periodistas de Arte y Espectáculos (Adopae) celebró el Día Nacional del Merengue con un concurrido conversatorio en la Sala Aída Bonelly de Díaz del Teatro Nacional Eduardo Brito, donde artistas, legisladores, gestores culturales y académicos reflexionaron sobre la evolución, los desafíos y el futuro del ritmo que simboliza la identidad dominicana.
El presidente de Adopae, Severo Rivera, resaltó la importancia del merengue como pilar de la cultura nacional y agradeció el respaldo del Banco Popular Dominicano, Valenzuela Production, Lendof & Asociados, el Teatro Nacional, ADORA y diversas figuras del arte y la política. Rivera reafirmó el compromiso de la entidad con la profesionalización del periodismo de arte, la creación de alianzas culturales y la promoción de espacios para el análisis de la realidad artística.
El conversatorio “El merengue y sus exponentes”, moderado por el periodista Reyes Guzmán, reunió al compositor Mario Díaz, al periodista y escritor Fausto Polanco, y al merenguero Pochy Familia, quienes ofrecieron tres perspectivas complementarias sobre el género.
Mario Díaz: “El merengue es nuestra patria musical”
El compositor Mario Díaz abrió la jornada con una exposición en la que definió el merengue como “el territorio emocional donde habita la dominicanidad”. Destacó el rol de los compositores que dieron origen y forma al género, desde los pioneros del campo hasta los autores que lo llevaron a los grandes salones capitalinos.
Recordó también las presiones de la dictadura trujillista sobre la creación musical y cómo, aun en ese contexto, surgieron obras de carácter social, humorístico y patriótico. Mencionó figuras esenciales como Luis Alberti, Julio Alberto Hernández, Luis Kalaff, Héctor J. Díaz y Pipí Franco, además de los creadores que impulsaron el género tras la dictadura y en la llamada Época Dorada del Merengue.
Díaz cerró afirmando que mientras la güira y la tambora sigan resonando en el alma dominicana, “habrá merengue”.
Fausto Polanco: logros, récords y expansión del merengue
El periodista Fausto Polanco ofreció un recuento histórico sustentado en datos y récords del género. Recordó las agrupaciones que debutaron en 1983 —el año más prolífico para nuevas orquestas— y resaltó figuras como Ramón Orlando, Fernando Villalona, Pochy Familia y Juan Luis Guerra por sus aportes y marcas musicales.
Polanco también rindió tributo a artistas fallecidos recientemente, destacando el legado de múltiples generaciones que han construido el repertorio merenguero nacional.
Pochy Familia: informalidad, precariedad y deuda social con los músicos
El merenguero Pochy Familia analizó la estructura del negocio musical dominicano, denunciando la precariedad laboral que enfrentan los músicos, quienes a menudo llegan a la vejez sin seguridad social ni pensiones.
Propuso una serie de reformas estructurales, entre ellas:
- un censo nacional de artistas,
- una Ley de la Música,
- un sistema de seguridad social para trabajadores del arte,
- y un incentivo o “bolo cultural” para emisoras que difundan música dominicana.
Recordó que la cultura aporta más de RD$107,000 millones, equivalentes al 1.6 % del PIB, por lo que, a su juicio, el sector “no debe mendigar, sino exigir en base a lo que aporta”.
Asimismo, adelantó que trabaja en una conferencia sobre el merengue comunitario y el rol de la mujer en el género.
Amplio respaldo artístico, académico y legislativo
Entre los asistentes estuvieron artistas, productores, académicos y legisladores, incluyendo a los diputados impulsores de un proyecto de ley para promover, proteger y difundir el merengue y la bachata, el cual propone su enseñanza obligatoria en las escuelas públicas dentro de la tanda extendida.
Un cierre musical simbólico
La actividad concluyó con la presentación de la merenguera típica Yokaira Martínez (La Doncella del Acordeón) y con un llamado colectivo a proteger el merengue como patrimonio nacional y a garantizar condiciones dignas para quienes lo han construido.
El evento formó parte de una jornada en alianza con la Asociación Dominicana de Radiodifusoras (ADORA), mediante la cual más de 200 emisoras dedicaron su programación a la difusión del merengue.





