
Teherán, Irán – En un giro geopolítico de alto impacto, el Parlamento de la República Islámica de Irán aprobó este domingo una resolución que autoriza el cierre del estratégico Estrecho de Ormuz, una de las rutas marítimas más importantes del mundo para el transporte de petróleo. La decisión se produce en medio de crecientes tensiones internacionales, tras los recientes ataques contra instalaciones nucleares iraníes.
Aunque la moción fue aprobada por mayoría en el Parlamento, su aplicación no es automática: la decisión final recae en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, máxima autoridad de defensa y seguridad del país, que debe evaluar las implicaciones militares, diplomáticas y económicas de una medida de esta magnitud.
Un punto neurálgico del comercio mundial
El Estrecho de Ormuz, ubicado entre Irán y Omán, es el paso obligado de cerca del 20 al 30 % del comercio marítimo mundial de petróleo crudo. El cierre de esta vía estratégica supondría una interrupción severa del suministro energético global, con posibles impactos inmediatos en los precios del crudo, los mercados bursátiles y la seguridad internacional.
Reacciones internacionales
Gobiernos y organismos multilaterales han comenzado a emitir alertas y llamados a la moderación. Estados Unidos instó a China y a otros aliados a intervenir diplomáticamente para evitar una escalada regional, mientras que la Unión Europea ha convocado a una reunión de emergencia para evaluar la situación energética y geopolítica.
El cierre efectivo del Estrecho de Ormuz sería una de las medidas más agresivas tomadas por Irán en los últimos tiempos y podría provocar una respuesta militar de actores internacionales con presencia en el Golfo Pérsico.